Para cuidar una hiedra colgante, necesita luz brillante indirecta, evitar el sol directo y mantener el sustrato uniformemente húmedo, pero sin encharcamientos, dejando que la capa superior se seque entre riegos. Pode para mantener la forma y fomentar un crecimiento más frondoso, y pulverice las hojas ocasionalmente, especialmente en ambientes secos o calurosos, para aumentar la humedad.
Luz
Coloca la planta en un lugar con luz brillante indirecta.
Evita la exposición directa al sol, que puede dañar las hojas.
Puede tolerar la sombra total, pero su crecimiento será más lento.
Riego
Deja que la capa superior del sustrato se seque al tacto antes de volver a regar.
Asegúrate de que la maceta tenga un buen drenaje para evitar que las raíces se pudran por el exceso de agua.
En verano, pulveriza las hojas con agua para mantener la humedad, especialmente si el ambiente es seco.
Reduce el riego en invierno, dejando que la tierra se seque más entre riegos.
Poda
Poda los brotes nuevos para mantener la forma y la densidad de la planta.
Utiliza tijeras limpias y afiladas para cortar los tallos muertos o dañados.
La poda también ayuda a rejuvenecer las plantas más viejas.
Temperatura y humedad
Tolera una amplia gama de temperaturas, pero prefiere temperaturas estables y moderadas.
Algunas variedades pueden agradecer una mayor humedad ambiental.
Plagas
Las cochinillas y la araña roja son las plagas más comunes.
Para prevenir problemas, mantén un riego adecuado.
Si aparecen plagas, puedes limpiarlas con una solución de agua y detergente.