un Aeonium arboreum requiere riego moderado, evitando encharcamientos, y luz solar directa durante la mañana, protegiéndolo de las altas temperaturas del mediodía. Se debe utilizar un sustrato bien drenado y fertilizarlo durante la temporada de crecimiento, especialmente en invierno.
Iluminación:
El Aeonium arboreum necesita al menos 6 horas de luz solar directa para crecer adecuadamente.
Se recomienda exponerlo a la luz solar solo durante la mañana para evitar que se seque debido al exceso de sol.
Durante el verano, se puede proteger del sol directo con sombra parcial, o simplemente dejarlo a la sombra.
Riego:
Es una suculenta y, por lo tanto, tolerante a la sequía, pero no necesita grandes cantidades de agua.
Se debe regar cuando el sustrato esté seco al tacto, evitando mojar las hojas y el exceso de agua.
Durante el invierno, se puede reducir el riego al mínimo.
No es necesario regar durante el verano, ya que la planta suele entrar en estado de letargo.
Sustrato:
Se recomienda utilizar un sustrato para cactus y suculentas, o una mezcla para macetas con perlita para asegurar un buen drenaje.
Evitar sustratos diseñados para cactus, ya que el Aeonium arboreum necesita más humedad.
Fertilización:
Se debe fertilizar durante la temporada de crecimiento, especialmente en invierno, con un fertilizante balanceado de concentración media.
No es necesario fertilizar durante el periodo de letargo en verano.
Temperatura:
Es tolerante al frío, pero se recomienda protegerla si las temperaturas bajan por debajo de -5°C.
Se puede mantener en interiores durante el invierno en caso de bajas temperaturas, o en exteriores protegidos.